Columna de Opinión

Agosto, mes de la formación técnica profesional

Rodrigo Tapia Molina

Director Académico CFT región de Antofagasta

El octavo mes del calendario fija la celebración de la Formación Técnico Profesional (FTP) transformándose, para todos quienes somos parte de ella, en motivo de alegría y orgullo. En este marco, es menester fijar ciertos hitos fundacionales de la FTP como lo realizado por el presidente Juan Antonio Ríos quien, el 26 de agosto de 1942, promulgó el Decreto Supremo N° 64.817, que creó la Dirección General de Enseñanza Profesional -dependiente del Ministerio de Educación Pública- sustituyendo al antiguo sistema de oficios y artesanos. El presidente Ríos fue el primero en señalar la importancia de la educación técnica y su relevancia para el desarrollo productivo del país y la formación integral de los estudiantes para el mundo laboral. De igual forma, rememorar al presidente Eduardo Frei Montalva quien, a través del Decreto Supremo N° 27.852, reconoció definitivamente la distinción entre la Enseñanza Media Técnica Profesional (EMTP) y la Humanista Científica (EMHC), separación vigente hasta nuestros días.

 

En un principio, cursar la EMTP fue entendida como una opción terminal para sus egresados(as), quienes eran formados para el trabajo sin mayores ambiciones de seguir desarrollándose, por ejemplo, en la educación superior. No obstante, en la actualidad, variados estudios relevan que, pese a la temprana participación en el ámbito laboral de estos jóvenes, esta ya no sería una camisa de fuerza para diseñar itinerarios formativos, logrando fusionar trabajo y estudio. Es así que, la Formación Técnica Profesional se visualiza -y proyecta- como una puerta de ingreso a más y mejores competencias para sus estudiantes, con un fuerte sentido de futuro y propiciando trayectorias educativas laborales coherente para asumir los desafíos y requerimientos del país.

 

En este contexto, la Política Nacional de Formación Técnico Profesional (2016), nacida en el seno de un proceso participativo, definió lineamientos para construir un sistema de calidad, pertinente con el territorio y articulado con las empresas y con las instituciones formativas. Dentro de las acciones propuestas en esta Política, encontramos la creación de los 15 Centros de Formación Técnica Estatales, entidades formativas que buscan descentralizar la oferta académica, contribuir y ampliar la matriz productiva y entregar educación de calidad y pertinente para las necesidades de la región.

 

Como CFT estatal de la región de Antofagasta estamos comprometidos con esta política pública y nos unimos al llamado de la Unesco, quien ha sido enfática en señalar la importancia de la Educación Técnica en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, reconociéndola como elemento fundamental para el logro económico, la equidad social y la sostenibilidad medioambiental.

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