Columna de Opinión

Bitácora de viaje: el primer año

Daniel Solis Igor

Rector, Centro de Formación Técnica región Antofagasta

Comenzar desde cero cualquier actividad siempre supone un esfuerzo extra. Lo anterior porque, suele ocurrir, debemos crear y diseñar cosas que hasta ese momento no existen, construir donde no hay, dar impulso a cuestiones hasta entonces inmovilizadas, en muchos casos rompiendo el marasmo y la abulia para abrir caminos y sembrar allí donde solo hay terrenos yermos.

 

Y cuando este comienzo tiene que ver con la implementación de una política publica nueva, un tanto desconocida y sobre la que no hay experiencias comparables, entonces el camino se hace aún mas complicado. Y si a todo lo anterior sumamos el hecho que este comienzo tiene lugar entre dos hitos importantes de nuestra historia reciente, como lo son los acontecimientos de octubre del año pasado y la pandemia por COVID del presente, entonces el escenario es aún más duro e incierto.

 

Pero a las grandes ideas, se deben grandes esfuerzos para su implementación, más aún cuando estas buscan generar beneficios importantes para un conjunto muy grande de personas, aportando a su formación y crecimiento.

 

La implementación del primer Centro de Formación Técnica Estatal (CFT) de la Región de Antofagasta ha sido así, en tiempos difíciles, donde la incertidumbre ha campeado, los plazos se han alargado y la vuelta a la normalidad se ha convertido en un caro sueño.

 

Creado al amparo de la ley 20.190 de 2017 que creó quince CFT, uno por región del país, el Centro de la Región de Antofagasta inicia sus operaciones administrativas en el mes de septiembre del 2019 para realizar su primer proceso de admisión formal, durante los meses de enero, febrero y marzo del presente año, con la dictación de las primeras carreras de Técnico de Nivel Superior en la ciudad de Calama. Tierra generosa y rica y donde una comunidad ha logrado levantar muchos sueños, en circunstancias aún más adversas, sueños que hoy son el presente y el sustento de la principal actividad económica e industrial del país. De esos sueños y de esa fuerza se nutre el CFT Estatal de la Región de Antofagasta para decir presentes, impartiendo sus primeras carreras de formación terciaria técnico profesional marcando el inicio de un camino que se avizora largo y fecundo.

 

“La educación es la herramienta más poderosa para cambiar el mundo”. Esta afirmación de Nelson Mandela resume de manera categórica la idea que subyace a la creación del CFT de la Región de Antofagasta: trabajar mancomunadamente Estado, empresas, comunidad, por generar cada vez mayores oportunidades y para que más personas accedan a mayores y mejores niveles de formación técnica profesional, contribuyendo decididamente a la transformación y desarrollo del territorio.

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