Columna de Opinión

Confianza II

Daniel Solis Igor

Rector, Centro de Formación Técnica región Antofagasta

El sociólogo alemán Niklas Luhmann creador de la Teoría de Sistemas Sociales, planteó que la confianza es una apuesta hacia el futuro que se apoya en el pasado, lo que significa que si ha existido con anterioridad una relación caracterizada por la honestidad y la transparencia, lo más probable es que a futuro esta prospere y perdure en el tiempo.

 

Desde hace un tiempo, la confianza es un tema que nos ha preocupado a muchos y sobre todo su carencia y lo mal que se ha tratado. Sabemos que es un problema muy propio de nuestras tierras, caracterizadas por la mayor importancia que se asigna a las relaciones familiares más que a las entre extraños, es decir, personas que no provienen del círculo íntimo y que son miradas con mayor recelo. También sabemos lo que ha sucedido en los últimos años en términos de las mediciones, de las caídas abruptas y sin fin de los índices de confianza, derivadas de los múltiples escándalos y donde no han salido indemnes ni las más tradicionales instituciones del mundo. Para que decir de algunas personas.

En sus tres dimensiones, interpersonal, institucional y sistémica, este fenómeno ha estado retrocedido y lo más probable es que lo seguirá haciendo. Pero en la medida en que un mayor acceso a la información, mayor educación, junto a mayor control y regulación de los procesos sociales sean los elementos que caractericen el accionar de nuestra sociedad en sus distintas esferas (política, administrativa, judicial, empresarial) es esperable una mejora y una apertura hacia otros caminos que posibiliten transitar hacia espacios de relaciones sociales mejor equipadas. Junto a lo anterior es claro que debe procurarse una especie de reconciliación con nuestro pasado y con las múltiples acciones equivocadas, con o sin la intensión positiva de inferir daño, que hoy enturbian o a veces derechamente imposibilitan hacer esa apuesta que nos habla Luhmann.

 

Desde nuestro rol de formadores y responsables de Instituciones de Educación Superior, tampoco estamos exentos de esos errores o malas prácticas cometidos en el pasado y que aun salen a relucir en encendidos discursos rupturistas. Pero hoy estamos en mejor pie mediante nuevas y mejores leyes, reformas legales en otros casos, trabajando todas las IES por generar formación profesional de calidad, pertinente, comprometida y valórica y donde elementos como la Colaboración, el Respeto y el Compromiso con el territorio, son claves en la formación ética de este nuevo profesional que requiere la sociedad, lo que a su vez nos permitirá ir armando un renovado tejido asociativo hilvanado con confianza.

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