Columna de Opinión

Del pánico a la perplejidad

Daniel Solis Igor

Rector, Centro de Formación Técnica región Antofagasta

Ilustrador resulta sumergirse en la lectura del historiador Yuval Noah Harari. En su libro Sapiens describe la “peripecia humana” abordando las cuestiones más importantes de la historia y del mundo moderno. En palabras del autor el texto “revisa el pasado humano y analiza como un simio insignificante acabó dominando la tierra”. Luego en Homo Deus, imagina como será nuestro futuro. Recientemente en “21 lecciones para el siglo 21” explora el presente abordando los asuntos actuales y el futuro inmediato de las sociedades humanas.

 

De esta última entrega, mención aparte merece el capítulo dedicado al Trabajo. Dejando de lado un enfoque catastrofista y apocalíptico, el autor nos invita a pasar al modo perplejidad porque esta, “es más humilde y por la tanto más perspicaz”. Desde ella podemos, con sinceridad decir, que probablemente no entendemos el mundo tal como está y requerimos hacer más esfuerzos por acercarnos a su comprensión, en vez de asumir arrogantemente que tenemos la seguridad que el mundo va inexorablemente a su destrucción, característica propia de las personas en modo pánico.

 

Sobre el trabajo, el diagnóstico no es muy diferente a lo que ya se ha publicado profusamente ni a lo que expertos ya han analizado largamente. Empero el autor agrega un enfoque que sorprende. En el mundo del trabajo, nos acercamos a grandes pasos a entornos donde la transformación digital de los procesos está generando sus propios y definitivos espacios en los ciclos productivos. A ello sumamos la confluencia de la infotecnología y la biotecnología que están dando paso a la Inteligencia Artificial cuya potencialidad está dada, entre otras, por dos capacidades no humanas claves: la conectividad (redes de alcance mundial) y la actualización (sistemas que en décimas de segundo se actualizan a nivel global). Esto que parece ciencia ficción y que solo pasa en el cine o muy lejos de aquí, créame, no lo es tanto y está mucho más cerca de los que pensamos.

 

Esto impactará en el mundo laboral en el número de personas que perderán sus puestos de trabajo, qué duda cabe. Lo que no tenemos tan claro, es cuantos puestos nuevos se están creando por lo mismo y a que tasas. El mundo de la Educación se ve impactado por esta nueva realidad por la creación de nuevas carreras y de mejores modelos formativos donde los profesores tendrán como principal rol no solo entregar más información (ya está casi toda disponible en el mundo a través de internet), sino formar en la capacidad de dar sentido a esa información, de combinarla e integrarla, creando modelos complejos útiles y aplicables a las nuevas realidades las que requerirán, cada vez, mayor flexibilidad mental y equilibrio emocional para alcanzar mejores niveles de desarrollo, crecimiento y prosperidad.

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