Nuevas habilidades para los jóvenes (y los no tanto)
Daniel Solis Igor
Rector, Centro de Formación Técnica región Antofagasta
Parece que los momentos más difíciles de la pandemia comienzan a remitir, aun cuando hay alertas por las nuevas cepas ya accionadas al otro lado del mundo. Nadie quisiera equivocarse en un pronóstico como este, pero a la luz del alto porcentaje de población ya inmunizada, las medidas de prevención asumidas casi como conductas habituales y la baja creciente en la incidencia de casos graves, nos auguran próximos meses de importante normalización masiva en nuestras actividades habituales.
Una de esas actividades son las clases en modalidad presencial en todos los niveles, desde la formación prebásica al post grado. Reconocemos que esta modalidad implica el desarrollo de una serie de acciones intencionadas de docencia y resultados pedagógicos más difíciles de alcanzar bajo otros esquemas de enseñanza-aprendizaje, amén que contribuye no solo a la enseñanza (habilidades cognitivas), sino que a la socialización, interacción, la gestión de conflicto y a otras habilidades sociales. De allí su importancia y el interés de muchos actores del sistema, en retornar lo mas pronto posible a la “schola”, ese espacio donde los seres humanos asistimos para aprender.
Sin embargo estimo que esta pandemia dejará algunas cuestiones normalizadas en nuestra sociedad que requerirán el desarrollo o profundización de algunas competencias que, de paso, ya forman parte de los nuevos requisitos o perfiles laborales. Uno de esos elementos es el B-Learnig (aprendizaje combinado) que une la formación presencial o entorno físico, con las actividades de aprendizaje en línea o entorno virtual, en una mezcla virtuosa y eficiente de estos métodos de impartición de clases que buscan rescatar lo mejor de ambos mundos: por un lado enfoques pedagógicos novedosos que posibiliten desarrollar la socialización y por otro, avances tecnológicos para incorporar lo mejor de la formación en línea, flexibilizando el acceso y usando de mejor manera los recursos y contenidos didácticos. En este trabajo, los docentes también son convocados a variar su forma de enseñar, incorporando competencias tecnológicas y digitales tal que puedan responder a este desafío de manera de mejorar la experiencia de aprendizaje, ampliando la comprensión de sus contenidos y materias. Un gran desafío que implica mejorar competencias.
La ONU conmemoró esta semana el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud como una forma de visibilizar la importancia en la adquisición de habilidades y destrezas que permitan a los jóvenes (y a los no tanto), mejorar sus opciones de vida, emprender exitosamente o acceder al mercado laboral global. Sin lugar a dudas, un gran desafío al que todos deberían sumarse. ¡Nosotros estamos anotados!