Columna de Opinión

¿Por qué elegir ser TP?

Rodrigo Tapia Molina 

Director Académico CFT región de Antofagasta

Considera lo siguiente: colapsa el sistema eléctrico de tu casa y se corta la luz, se produce la rotura de una cañería al interior de tu departamento y se inunda completamente o estás apurado por la mañana y tu vehículo simplemente no enciende. Las preguntas que surgen en el momento son ¿qué hago? ¿cómo arreglo esto? Y, luego, nos damos cuenta que simplemente no sabemos cómo hacerlo. Por suerte, existen personas que aprendieron a diseñar y aplicar soluciones a estos problemas y, que para alcanzar esas habilidades “se entrenaron” adecuadamente, sobre la base de competencias laborales, en algún establecimiento educacional Técnico Profesional. 

 

Estos casos domésticos y muchos otros de mayor complejidad hacen necesario repensar y potenciar la formación de personas que cuenten con certificaciones y credenciales, de forma tal que puedan asumir estas tareas y, a su vez, contar con centros especializados que sean capaces de brindar todas las herramientas y desarrollar las competencias para asegurar un desempeño óptimo en su lugar de trabajo.  

Y tal como señalábamos antes, ¿qué pasa si estas dificultades las ampliamos a las empresas, las industrias y los servicios a nivel país? La situación claramente se presenta como un desafío mayor. Al respecto, la evidencia internacional señala la necesidad de que los Estados sean proactivos en el fomento de la formación técnica, dada su importancia estratégica para el desarrollo social sostenible y la trasformación productiva de los distintos países. Esto lo han sostenido tanto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como diversos organismos internacionales que promueven y asesoran a los Estados para el fomento y el desarrollo de la formación técnica.  

 

En este contexto, desde principios de década, UNESCO ha sido enfática en señalar la importancia de la Educación Técnica en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, dado que ella es fundamental para el logro del progreso económico, la equidad social y la sostenibilidad medioambiental. (UNESCO 2012; UNESCO 2015; UNESCO, 2016)

 

Con todo, qué duda cabe que Chile necesita más y mejores técnicos. Por lo que, en la Formación Técnica Profesional, los(as) jóvenes pueden encontrar programas que se adecuen a sus requerimientos, puedan ser parte de procesos de articulación o alternancia con el sector productivo y entre sistemas educativos, y cursar especialidades que en lo laboral respondan a los desafíos que presenta hoy el país. Es así que el CFT de la región de Antofagasta cree firmemente en los desafíos y oportunidades que conlleva la Formación Técnica Profesional y nos presentamos como una alternativa académica para todos y todas, transformándonos en la fuerza que mueve Chile. 

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